tanto el trato como las instalaciones perfecto la cocina un diez muy satifecho pase 4 dias y sali encantado volvere sin duda

no tengo ninguna objeccion

El alojamiento es precioso, con habitaciones amplias y camas comodísimas. Además, cuenta con una fabulosa terraza donde se puede disfrutar de vistas increíbles. El desayuno es variado y delicioso, con productos de calidad. Los propietarios son muy amables y atentos, brindando recomendaciones y respetando la privacidad de los huéspedes.

No hay conexión WiFi, aunque esto puede ser beneficioso para desconectar.

Mi pareja y yo nos alojamos en este pequeño y encantador hotel durante unos días para desconectar en un entorno rural. Nos encantó la tranquilidad y la paz que se respira en cada rincón de este lugar. Las habitaciones eran amplias, con camas muy cómodas y baños espaciosos. Uno de los aspectos destacados fue la terraza con vistas a las montañas, donde disfrutamos de deliciosos desayunos y relajantes momentos. A pesar de las restricciones debido a la pandemia, el desayuno fue estupendo, con una variedad de opciones deliciosas. Sin duda, no podemos olvidar mencionar la amabilidad y atención de los propietarios, quienes estaban siempre dispuestos a ayudar y brindar información sobre la zona. En resumen, fue el lugar ideal para relajarnos y disfrutar de la tranquilidad en un entorno acogedor. ¡Recomendaría este lugar sin dudarlo!

Recomendaría este lugar sin dudarlo.

El desayuno es muy bueno y completo, con productos de calidad y servidos con mimo.

Me sentí muy bien atendido, no me puedo quejar.

Tranquilo, acogedor, desayuno abundante, vistas impresionantes, wifi en todo el recinto.

Nada negativo.

El lugar es tranquilo y permite desconectar de la ciudad. La habitación con vistas a la montaña es bonita y se descansa bien. La terraza con vistas a la montaña es impresionante, especialmente por la noche. El trato de los dueños es maravilloso.

Hermosa casa rural con encantadoras habitaciones limpias y acogedoras. Terraza impresionante con vistas a la montaña y perfecta para disfrutar el desayuno. Los dueños son amables y atentos, haciendo sentir a los huéspedes como en familia. Comida casera abundante y deliciosa. Una estancia que recarga energías.

Ubicación tranquila y encantadora, vistas maravillosas, desayuno espectacular, habitación amplia y cómoda, trato amable y cercano de los propietarios.

Todo fue fantástico.

Nos encantó todo, desde la casa hasta la terraza con vistas impresionantes. El desayuno y la cena servidos en la terraza fueron riquísimos y caseros. Los anfitriones, Iván y Rosa, fueron muy amables y atentos.

Me sentí muy afortunado de haber encontrado este lugar, no tengo ninguna pega.

Trato amable de los dueños, terraza con impresionantes vistas, habitaciones limpias y acogedoras, deliciosa cena casera y completísimo desayuno incluido. Ideal para descansar y disfrutar de la tranquilidad en un entorno de montañas. Sin duda, volveremos y lo recomendamos al 100%.

Casa confortable, terraza con vistas impresionantes, desayuno y cena deliciosos, atención amable y atenta de los dueños.

Todo fue perfecto.

El lugar es acogedor y tiene una terraza preciosa para disfrutar del sol. La casa está siempre a una temperatura agradable y la chimenea añade calidez. El desayuno es muy bueno y completo, con productos de calidad. Los anfitriones son amables y te hacen sentir como en casa. Además, el salón es acogedor, perfecto para relajarse junto a la chimenea.

El servicio de cenas es algo caro y las raciones escasas. Además, no dan opción a elegir el menú y no proporcionan los precios.

Ambiente acogedor, atención excelente. Desayuno delicioso. Habitaciones limpias y completas. Vistas impresionantes.

la estancia en al-qandil superó nuestras expectativas. la tranquilidad y el entorno rural nos permitieron desconectar por completo. las habitaciones son amplias y cómodas, y el desayuno, a pesar de las restricciones, fue delicioso y variado. los propietarios fueron atentos y amables en todo momento.

La estancia en este alojamiento rural fue maravillosa. La ubicación tranquila y pintoresca permitía desconectar y disfrutar de la paz. Las habitaciones eran amplias y cómodas, con vistas impresionantes desde la terraza. El desayuno casero y abundante era delicioso, con mermelada de limón y miel producida localmente. El trato de los propietarios era excepcional, siempre atentos y dispuestos a brindar información sobre la zona.

El acceso al hotel a través de una calle estrecha puede ser incómodo para algunos visitantes.